Coronel Kilgore de apocalypse now, existio de verdad.

En junio de 1971, el coronel David Hackworth, el militar estadounidense más condecorado en Vietnam, aparecía en la cadena ABC diciendo que la guerra la habían perdido los jefes militares norteamericanos, que habían fracasado a la hora de entrenar debidamente a sus hombres a la vista de la naturaleza del país y del conflicto, que Saigón caería en poder de los comunistas al cabo de cinco años y que una de cada cinco muertes americanas había sido causada por el fuego amigo.

Tales críticas pusieron a Hackworth bajo el ataque coordinado de todos sus superiores, un asalto que se vería facilitado por la descuidada interpretación del reglamento de la que siempre había hecho gala como comandante en jefe de una brigada de caballería aérea integrada por helicópteros. Sus soldados solían llevar puestos sombreros de la época de la Guerra de Secesión y el propio Hackworth llegó a inspirar el personaje del loco coronel Kilgore que interpretó Robert Duvall en la película Apocalypse now (1979).



Hackworth falleció en Tijuana (México) mientras sometía a tratamiento el cáncer de vejiga que padecía, una causa de muerte muy común entre los militares que estuvieron expuestos a las dioxinas del Agente Naranja. Su heterodoxia militar había llegado al extremo de montar un burdel para uso exclusivo de su unidad. Sus superiores criticaron conductas como ésta para llevarle ante un tribunal militar, pero algunos seguían guardando un buen concepto de él. El general Creighton Abrams, comandante en jefe de todas las fuerzas armadas norteamericanas desplegadas en Vietnam, le calificó como «el mejor comandante que yo haya visto en mi vida». En 1971 le ofrecieron dejar Vietnam concediéndole una baja honorable, pero él tiró a la basura sus medallas y se fue a Australia.



En los 80, Hackworth regresó a EEUU, después de que le devolvieran sus condecoraciones y de que se vendieran millones de ejemplares de su libro sobre el Vietnam. Desde las páginas de la revista Newsweek, reveló en 1996 que el almirante Michael Boorda, antiguo jefe de operaciones navales de la Armada, solía llevar puestas medallas que jamás le habían sido concedidas. El almirante se suicidó y Hackworth volvió a atraer las iras de los militares.

La relación de Hackworth con el Ejército había comenzado siendo él aún muy joven. Huérfano desde los cinco meses y educado por su abuela en Santa Mónica, Hackworth se dedicaba a sacar brillo a los zapatos de los soldados de una base militar cercana, convirtiéndose en la mascota de muchos de ellos, algunos de los cuales llegaron incluso a regalarle su propio uniforme. A los 14 años, y tras mentir acerca de su edad, Hackworth se alistó en la marina mercante.Un año después pagó a un marino veterano para que se hiciera pasar por su padre y le ayudara a alistarse en el Ejército.

Hackworth ganó su primera Estrella de Plata en Corea a la edad de 20 años, cuando su enorme compromiso hizo de él el capitán más joven del Ejército americano. Al mando de un batallón logró dirigir un ataque de su unidad tras recibir un disparo en la cabeza.

Cuando Vietnam apareció en el horizonte, Hackworth se presentó voluntario y escribió una guía para contrarrestar las tácticas de la guerrilla. Empleó sus teorías sobre el enemigo para transformar una unidad desahuciada por su incompetencia en lo que más adelante llegaría a conocerse como el El Batallón de los Duros, dirigiendo a sus hombres con tal mano de hierro que éstos llegaron a poner precio a su cabeza.

Genio y figura, Hackworth escribía hace unos meses: «Los veteranos saben los combates en los que hay que intervenir. Se miran sus cicatrices, recuerdan la locura de la guerra y siempre tienen presentes las repercusiones de sus acciones Sin embargo, la Casa Blanca y el Pentágono están dirigidos por civiles que nunca sudaron ni lo más mínimo en un campo de batalla».

el corone nolose pero yo como organisador soy el megor y soy de carne y gueso